Porque no todos los días nuestro nivel de motivación es el mismo, es recomendable tener algunos recursos que nos ayuden a recuperar la ilusión y las ganas de cumplir con nuestras obligaciones diarias, ayudándonos a conseguir los resultados y el rendimiento que esperamos de nosotros mismos. La motivación debe ser el impulso que nos ayude a conseguir el éxito en aquello en lo que estamos implicados. Ya estemos trabajando o buscando empleo, la motivación es clave para afrontar con garantías de éxito nuestra jornada. Incluso cuando hablamos de un tema tan personal y subjetivo como puede ser este, hay algunos trucos universales que, sin duda, pueden ayudarnos en esos momentos de “bajón”. Desde el equipo de RR.HH de Cetelem queremos compartir con vosotros en este artículo algunos de ellos.
1. Ten claros tus objetivos, que sean realistas.
Si no haces algo que para ti tiene sentido será muy complicado que te motives con ello. Por ello es importante no perder nunca el norte, sabiendo con qué fin estamos implicados en algo. Teniendo claro a dónde vas y poniendo tu energía y tu pasión en llegar a tu destino será más fácil encontrar la motivación diaria.
2. Termina lo que empieces.
No hay en este mundo nada más desmotivador que no acabar aquello que se ha empezado. Acostúmbrate a terminar las tareas en las que estás implicado. Con un plan de trabajo claro y acabando una por una todas las tareas a realizar, la motivación para seguir adelante vendrá sola.
3. Evita las dificultades previsibles
En muchas ocasiones la desmotivación viene provocada por las complicaciones propias de cualquier proyecto en el que nos hayamos embarcado. Sé previsor y planifica: ¿con qué dificultades voy a toparme? ¿cómo voy a dar solución a las mismas?
Con un plan, cualquier escollo te parecerá una anécdota. Evita que la frustración o la incapacidad para resolver un problema te lleven a la desmotivación. Pide ayuda cuando la necesites.
4. Date un homenaje (cuando te lo merezcas)
¿Has logrado terminar esa tediosa tarea estrictamente necesaria? ¿Has cumplido con el plan que te habías propuesto para el día? ¿Has conseguido uno de los objetivos que te habías propuesto? ¡Prémiate!
Es mucho más fácil caer en la desmotivación cuando solo se celebra el haber llevado a buen puerto proyectos a medio y largo plazo. Prémiate por haber acabado ciertas tareas o fases del “gran plan”. Así es más sencillo mantener el espíritu positivo día a día.