Todos los emprendedores tienden a compartir características con ciertos arquetipos. Algunos son verdaderos visionarios que ven una oportunidad de negocio en cualquier ámbito; otros son auténticos analistas que saben detectar cualquier problema; y otros, simplemente, el azar jugó un papel importante en los comienzos de su carrera profesional. Descubre qué tipo de emprendedor eres…
El emprendedor visionario
Estas personas se caracterizan por ser muy versátiles y buscar siempre dónde hacer negocio independientemente del ámbito. Suelen ser vocacionales, pasionales y comunicativos, sin ningún miedo al riesgo. Los emprendedores visionarios se anticipan al futuro y trabajan para materializar sus ideas.
Están permanentemente abriendo puertas y en muchas ocasiones no cierran ninguna. Por eso pueden ser considerados inconstantes.
El emprendedor por necesidad
Muchos no están satisfechos con su situación profesional o económica y deciden buscar otras oportunidades. Son constantes y tenaces.
Tienen la necesidad de generar ingresos rápidos, no tienen un compromiso afectivo con la actividad que realizan y modifican el negocio si no alcanzan los beneficios esperados.
El emprendedor inversor
Tiene capital y decide crear una compañía, pero no se implica normalmente en el día a día del proyecto. Sólo aporta los recursos necesarios para que la empresa marche bien.
La búsqueda constante de rentabilidad les agudiza el miedo al riesgo y esto hace que muchos de los proyectos acaben por no salir adelante.
El emprendedor analista
Conoce perfectamente el entorno y el mercado en el que se mueve. Es muy racional y observador, lo que le permite detectar problemas rápidamente y transformarlos en oportunidades de negocio.
Pueden parecer fríos y poco comunicativos por ser tan minuciosos en su trabajo. Esto puede afectar a las relaciones con su equipo de trabajo y, por ende, al proyecto.
El emprendedor por azar
Muchos son los que reconocen el papel que el azar jugó en los comienzos de su aventura profesional. Tienen una gran capacidad para adaptarse a los cambios y para aprovechar los contratiempos.
Si la suerte les ha sonreído en más de una ocasión cuando han tenido que tomar una decisión profesional, puede ser que algunos de estos emprendedores racionalicen menos de lo que deberían determinadas acciones o no se impliquen lo suficiente.
El emprendedor especialista
El emprendedor especialista tiene un perfil más técnico y agudeza para detectar problemas. No se limita a solucionarlos, sino que busca formas de hacer algo diferente.
Es individualista y no suele coordinar a los diferentes departamentos, aunque su éxito pase por la cooperación y el trabajo de todos.
El emprendedor persuasivo
Se caracterizan por su capacidad para influir en los demás y una inquebrantable fe en sí mismos. Son capaces de convencer a sus colaboradores y empujarles hacia sus objetivos.
Sus actos pueden interpretarse en ocasiones como una “negación de la realidad”, y derivar en abuso de poder y manipulación del grupo.
El emprendedor intuitivo
Tienen una gran personalidad, empatía y capacidad de escucha. Además de derrochar pasión por lo que hacen y una capacidad asombrosa para resolver cualquier tipo de problema que se les cruce en el camino.
La pasión del emprendedor intuitivo puede ser interpretada por su equipo como falta de claridad, generando sensación de inestabilidad.