El conflicto es una realidad inherente al ser humano y la vida en sociedad. En el ámbito profesional: la presión por objetivos, el roce en el día a día con los compañeros o la falta de comunicación pueden ser detonantes de situaciones incómodas y conflictos que, por nuestro bien, tendremos que gestionar rápido.
Pero mejor que gestionar un problema, sin duda, es evitarlo. Por eso en este artículo de Cetelem Empleo queremos daros algunos consejos para reducir la probabilidad de vernos en una situación de este tipo. Hay determinadas actitudes que nos pueden ayudar, no solo a minimizar el riesgo, sino directamente a evitar el conflicto.
La clave está en la comunicación.
Gran parte de los conflictos en los que nos podemos ver involucrados (en el ámbito profesional y fuera de él) nacen de un problema de comunicación. ¿No estamos conformes con algo que ha dicho o hecho un compañero de trabajo o responsable? Elige el mejor momento para hablar directamente con la persona implicada, cuida tus palabras y sé claro (midiendo muy bien lo que dices) acerca del problema que tienes. Comunícate en privado sobre asuntos que afecten solo a una o dos personas, trata de no hacer partícipe del conflicto a todo el grupo.
Trata de ser amable, empático y asertivo.
La prudencia y el cuidado de las formas son básicos de las relaciones interpersonales. En el día a día profesional nos vemos a menudo en situaciones en las que tenemos que defender una postura encontrada con jefes y compañeros de trabajo: Evitarás caer en problemas si hablas siempre con respeto, con calma y con confianza. La mejor manera de argumentar tu posición requiere elegir el momento adecuado y un exquisito uso de las palabras. Trata de ponerte en la piel de tus interlocutores, favoreciendo el llegar a un acuerdo.
Colabora en el buen ambiente de trabajo
La calidad del tiempo que pasamos entre compañeros de trabajo depende de todos. Un buen ambiente laboral, sin duda, evita conflictos y mejora la gestión de aquellos que puedan surgir. Pon tu granito de arena, trata de hacer agradable el tiempo que tus compañeros pasan contigo. El sentido del humor, cuando se puede utilizar, ¡es clave!
No te conviertas en altavoz de los rumores
Como decíamos en el primer punto, una mala comunicación es motivo de conflictos en todas las empresas. En este sentido, los rumores son especialmente dañinos. No los alimentes y si eres capaz de aportar información contrastada y objetiva que los desmienta, hazlo.