El equipo de recursos humanos de Cetelem España hoy nos presenta un tema delicado, las posibles causas de fracaso en nuestra promoción profesional. Una vez más, te han obviado en el proceso de promoción interna que acaba de cerrarse. No has conseguido el ascenso que esperabas y tampoco es la primera vez que te pasa, ¿qué puedes estar haciendo mal?

Aquí hay algunos motivos por los que, quizá, no están contando contigo para promocionar:

1. No has hablado claro acerca de lo que esperas / deseas.

Si no pides, no se te da. Esta máxima es una realidad en el mundo laboral. En un ambiente tan competitivo como es el de la empresa no se premia siempre al que lo merece, sino al que mejor sabe posicionarse y hacer saber sus deseos de ascenso.

2. No te has preocupado de cuidar ni actualizar tu red de contactos.

Si crees que el networking es algo que tienes que hacer solo cuando estás buscando un nuevo empleo, estás equivocado. Y es que solo contactar a la gente cuando para ti es beneficioso puede hacer que estos cada vez se sientan en peor disposición de querer ayudarte.

No pierdas el contacto con tu red de contactos, incluso cuando no necesites nada, ofrécete por si son ellos los que necesitan algo.

3. Eres demasiado perfeccionista.

Los errores nos ayudan a crecer y a mejorar. Aquellos que son muy perfeccionistas suelen no asumir riesgos excesivos, de manera que no cometan un error, y esto puede derivarse en la ausencia de crecimiento profesional.

Intenta hacer tu trabajo lo mejor posible, pero recuerda que el cuidado excesivo por los detalles y la búsqueda de la perfección puede ser contraproducente a la larga.

4. Estás en contra de la Dirección de tu empresa (o tu jefe). Y se sabe.

Cuida no caer en el círculo negativo de la crítica constante a la gestión de tu Departamento o de la empresa. Hablar habitualmente de lo regular o lo mal que se hacen las cosas en casa puede ser muy perjudicial para tu carrera. Si hay cosas que mejorarías, hazlas saber cuándo es oportuno y ofrece tu ayuda en lo que puedas, pero no seas el conocido “anti-empresa” en toda la oficina.

5. No has hecho un seguimiento de tus éxitos profesionales.

¿Hace cuánto no actualizas tu CV o tu perfil en LinkedIn con los proyectos más interesantes en los que has trabajado? ¿Sabrías contar en una entrevista de trabajo un par de casos de éxito personal en tu trabajo? Ya es hora de organizarse. Trata de hacer un resumen ejecutivo de cada uno de los proyectos en los que te has implicado, siendo específico en la dificultad de la tarea, la responsabilidad que tenías detrás y cómo tu trabajo colaboró en el éxito del proyecto.

6. Has trabajado duro, pero no de manera inteligente…

Muchas veces el éxito no depende tanto de lo mucho que haces, sino de lo poco que han llegado a ver los que toman las decisiones en tu empresa, y que van a influir de manera determinante en tu futuro profesional.

Esas personas toman decisiones sobre una base de información muy limitada, así que trata de escoger muy bien proyectos y tareas en las que implicarte, que sean importantes.

7. No has sabido dirigirte a tu jefe.

Por último, uno de los motivos de tu fracaso profesional puede ser el que no te hayas entrenado en el estilo de comunicación de tus responsables. Trata de entender cómo prefieren afrontar el trabajo y comunicarse. Por supuesto, hacerse indispensable para tu jefe supone anticiparse a los problemas, y llevarle las soluciones antes de que sepa que existe una dificultad.

Vía // Career Builder UK