Esta semana en Cetelem, proponemos un tema especialmente interesante. ¿Nuestro empleo vale algo más que, simplemente, un sueldo a final de mes?. Hay muchas maneras de “remunerar” a un empleado y de ellas también depende la elección de un trabajo u otro y la retención del talento en nuestra organización.

El llamado “salario emocional” se refiere a la herramienta para la gestión de las organizaciones que se relaciona con el talento, orientada a reconocer los logros de los empleados y a satisfacer necesidades de tipo personal. Son las acciones que se ponen en marcha para garantizar el compromiso y la implicación de los profesionales.

Por supuesto, las personas somos muy distintas unas de otras y para las empresas es muy complicado generar beneficios que impacten positivamente y de la misma manera a todos los trabajadores.  Aun así, hay aspectos fundamentales relacionados con el salario emocional con los que las empresas se comprometen:

  1. Beneficios sociales: ayudas para la comida y el transporte, seguro de salud privado, coche de empresa, teléfono y equipo necesario para el hogar, fomento de la actividad física, ayudas para guardería y material escolar.
  2. La motivación: desde los planes de formación a medida, pasando por el fomento al trabajo en equipo, una comunicación interna eficaz o la facilidad para el crecimiento dentro de la empresa. Hay muchas formas de motivar a los empleados más allá del sueldo dinerario.
  3. El reconocimiento: No hay nada más satisfactorio para un profesional que un justo reconocimiento público al trabajo bien hecho.

Buscar la vinculación emocional entre el empleado y la empresa, gestionando correctamente todas esas acciones que pueden hacer más sólido el vínculo, es la mejor manera de motivar y estimular a los equipos.